Periodismo Digital Frente al Tradicional
Para iniciar este análisis es
vital hacer hincapié sobre la temática en cuestión pues con el auge del
Internet, las redes sociales y los diarios digitales ha permitido que la
información viaje más rápido y con más exactitud, esto hace un frente a lo
tradicional pues las personas a la hora de leer o buscar algún tipo de noticia
o dato, prefiere lo digital a lo tradicional.
Ahora bien, el periodismo
tradicional se ha visto en la necesidad de adaptarse a los cambios que le ha
hecho realizar el periodismo digital pues de no acotarlas perdería terreno y
desaparecería fácilmente.
Porque el periodismo que
estudiamos ha ganado terreno, esto no es más por la sencilla razón de que los
avances tecnológicos están más globalizado y más personas tienen a su vez
acceso por paga o gratuito a la red.
Hay una amplia diferencia entre
los dos periodismos, ambos tienen sus ventajas como también algunas
desventajas, el periodista tiene que ser capaz de adaptarse a las dos maneras
de informar para dar una noticia correcta a todas las personas.
Internet ha transformado los
medios de comunicación, adaptando nuevos espacios en la red para sus
consumidores. Las nuevas tecnologías han revolucionado el sector de los medios
de comunicación tradicionales, siendo internet una nueva herramienta para
alcanzar a nuevos consumidores, en cualquier lugar y momento.
Lo relativo al periodismo
tradicional hemos visto la baja que ha tenido en cuanto a publicidad y ventas,
lo que para muchos es una crisis en este sector que por largos ha tratado de
mantenerse a flote frente a la potencia del nuevo periodismo.
Se puede decir que el periodismo
digital mantiene ciertas ventajas en torno al tradicional, como es la digitalización
del contenido: supone reducción de costes respecto a ediciones impresas, mejor
accesibilidad y renovación constante de contenidos. El Hipertexto, que permite
hacer una lectura no secuencial, así como navegar por las distintas páginas
relacionadas.
Podemos destacar como ventaja del
Periodismo Tradicional que se pueden disfrutar en cualquier lugar, no hace
falta ningún dispositivo específico para leerlos. Este es un aspecto
generacional que va variando con el tiempo.
Los medios tradicionales no
desaparecen y están tratando de adaptarse, su modelo editorial, el perfil de
sus profesionales, este medio tiene un privilegio que tal vez otros no tienen y
es la credibilidad informativa.
Tiempo para el alma
“¿Quién eres para que juzgues a otro?”. Stg. 4: 12.
No estaría mal: cada mañana al despertar decirse a sí mismo: “hoy me propongo no juzgar a nadie”. No, nada mal hacer esta declaración matinal y repetirla cada vez que asoma a nuestra mente la intención de cuestionar -con la superflua y dañina intención de criticar- las decisiones de otras personas. Jesús lo dijo de varias formas: cuando hablaba de la paja en el ojo ajeno y la viga en el ojo propio o cuando, ante aquella mujer expuesta en público, pidió que tirara la primera piedra quien estuviera libre de pecado.
No tenemos calidad de jueces morales porque todos somos pecadores, porque todos tenemos nuestras vigas. No se trata solo de los que se han visto en conflicto con las leyes, se trata también de las cotidianidades, de esas pequeñas acciones visibles u ocultas, de esas actitudes perniciosas, de esas manifestaciones de envidia y recelo, de esas contradicciones entre lo que decimos que hacemos y lo que en realidad hacemos. Así que, bajemos el dedo, soltemos la piedra y cambiemos esta actitud por la de superar nuestras propias miserias y buscar las virtudes, las propias y las de los demás. No es simple, pero puede ser un intento diario, sincero y comprometido: “Hoy me propongo no juzgar a nadie”.
Democracia y poder
La democracia alude a la elección por mayoría; y el poder, la capacidad, vocación y actitud para incidir en la toma de decisiones. Con frecuencia ambos conceptos son tergiversados atendiendo a los intereses particulares que representa una persona o un colectivo determinado.
En la República Dominicana vivimos una democracia que cada día va en aumento. Es obvio que la democracia, en tanto ideal, siempre es perfectible, por lo que afirmar que una u otra es absoluta sería un error.
En los últimos días, a propósito del conocimiento en el Congreso Nacional del Proyecto de ley de Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos, pude oír a algunas personas decir que “aquí había una dictadura, porque el gobierno se había valido del poder para imponer sus conveniencias en dicha pieza legislativa”. Es más, el día de la aprobación de dicho proyecto en la Cámara de Diputados vi, inclusive, a diputados afirmar tal atrocidad. ¡No señores, no hay tal dictadura! Lo que ha pasado es que los congresistas, y más particularmente los partidos políticos, parece que esta vez han hecho uso del sentido común, y además, han participado en la formación de una ley con sentido táctico y estratégico -claro, juzgados desde la perspectiva de sus intereses-, cuestión que sólo es posible poner en práctica sin tropiezos en un sistema democrático. Lo que pasa es que algunas personas padecen el síndrome de Procusto, quieren ajustar el concepto de democracia a su exclusivo interés: “Si me conviene es democrático; si no me conviene es dictadura”. ¡Ay ñeñe! como dice El Colegón, así si es bueno.
El concepto de poder es otra cosa, y hasta el de gobernar, pues se ha dicho que ello se contrae a saberse mantener en el poder. Nadie puede enojarse porque un partido, un político, una facción, grupo o persona aprovechen su vocación de incidir en los demás y en la toma de decisiones para lograr objetivos políticos; y mucho menos si usted también ha podido antes, puede ahora y podrá hacer siempre lo mismo, y más aún, si nadie lo tiene atado, y usted es y será siempre libre de usar sus propias estrategias para vencer en las lides políticas. ¡Son los juegos de poder! Han existido siempre y seguirán existiendo.
Lo que ha ocurrido ya lo habíamos advertido. Pero lo habíamos hecho imbuidos de la criticidad que demanda el buen análisis, no con animosidades, porque no tenemos razones para tenerlas contra nadie. Nunca hemos dejado de llamar a la armonía, y ahora creo que precisamos aún más de ella. Sé que en nuestros principales líderes no anida la mediocridad -lo han demostrado sobradamente-, pero nunca como hoy se hace tan necesario procurar la avenencia y frenar a algunos vanidosos y necios que, en su ignorancia, azuzan y provocan.
El autor es abogado y politólogo.
La mala racha de los vehículos pesados

A alguien debería llamarle la atención que, en tan solo cuatro meses, se hayan registrado 252 accidentes de patanas, camiones y autobuses que han causado serios trastornos al tránsito vehicular en las zonas en que se han producido esos eventos.
Ayer se añadió otro caso a esta lista, cuando una patana se viró en el eje de las avenidas Máximo Gómez y 27 de Febrero en la hora pico de la tarde, generando una cadena de taponamientos en un amplio perímetro del centro de la capital que crecía minuto a minuto.
En una urbe ya saturada por estos problemas del tránsito, el episodio resultó exasperante. En la prisa por salirse de las largas colas, muchos conductores fueron presa de la ansiedad y buscaban desesperadamente las formas de salir del atolladero, mientras se esperaba la remoción de la patana virada.
El conductor dijo que probablemente por su nivel de carga el furgón se ladeó mientras doblaba la esquina, una emergencia fuera de su control. Pero resulta que esta ha sido una de las causas presentes en la mayoría de los vehículos pesados que se viran, que van más cargados de la cuenta.
Otra razón es que los soportes de los contenedores presentan deterioro grave y ante cualquier giro o circulación en bajadas de las cuestas se desprenden los enganches y todo se sale de control.
También entran en esta casuística las altas velocidades, el desgaste de las gomas, las fallas de los frenos o lo que es más común, el manejo temerario e imprudente de sus conductores, algo que admiten hasta los propios gremios o propietarios de estos vehículos pesados.
La cifra de 252 accidentes para este tipo de vehículos en cuatro meses es demasiado alta.
Es un fenómeno insólito que de seguro ha sorprendido a las mismas autoridades, las que todavía no han podido reaccionar a tiempo frente a esta inesperada y continua mala racha de accidentes de vehículos pesados, tanto en calles como en carreteras.
La carta de Leonel
UNO- INCONGRUENCIA A LA VISTA.- La incongruencia salta a la vista y obliga comentario. El secretario general del PLD excusó con el presidente de la Junta Central Electoral al presidente Leonel Fernández y al mismo tiempo entregó una carta que este enviaba, se supone que a título personal.
Lo justo era que Fernández asistiera a la audiencia, pues la convocatoria era clara. Presidente, secretario general y delegados. Por el PRM fue José Paliza, presidente, Carolina Mejía, secretaria general, y Orlando Jorge, delegado político. Por el PRSC asistió Quique Antún, presidente, Rogelio Genao, secretario general, y Tácito Perdomo, delegado político.
Por el PLD acudieron Reynaldo Pared, secretario general, Monchy Fadul, delegado político, y José Manuel Hernández Peguero, delegado técnico. Esto es, faltó Fernández. El presidente del partido oficial tiene una activa agenda internacional y la Junta - en cierto modo - llamó de una semana para otra. Fernández tenía compromiso con un festival de cine dominicano en Nueva York y hubiera sido cuesta arriba pedirle que cancelara esa cita. Sin embargo, queda preguntarse para qué la comunicación, si la reunión era institucional y no personal...
VIVENCIAS
La trampa de los escalafones
Todo cristiano que quiera ajustarse a una vida ajena a perseguir reconocimientos, debe tener como referencia obligatoria el evangelio de Mateo en el Capitulo 23 versículos del 1 al 12, en el que denuncia la hipocresía de los maestros de la ley y de los fariseos.
Cuando Jesús llama a obedecer a los maestros de la ley y a los fariseos, y que se haga lo que dicen, pero no imitar su ejemplo o que no se dejen llamar guías porque uno solo es el guía, quiere destacar la incoherencia de estos al actuar para que los vea la gente, y lo que es peor los aires de grandeza y superioridad manifestados en signos externos, en reconocimientos y en títulos.
Esta situación y actitudes se presentan más de lo debido en los creyentes, las comunidades cristianas y hasta en los religiosos. Estos signos son un mal ejemplo sobre todo en los responsables de hacer crecer el reino de Dios que aceptan con exceso de complacencia los títulos de honor.
Un cristiano no puede imitar el ejemplo de los maestros de la ley y de los fariseos, para no caer en la trampa de los escalafones. Esta trampa se pone de manifiesto con mayor descaro, cuando cualquier autoridad en la iglesia busca el propio interés o cuando una comunidad se fundamenta en títulos. Por igual cuando la jerarquía está más pendiente del territorio a gobernar que de los fieles a pastorear.
Todo cristiano que quiera ajustarse a una vida ajena a perseguir reconocimientos, debe tener como referencia obligatoria el evangelio de Mateo en el Capitulo 23 versículos del 1 al 12, en el que denuncia la hipocresía de los maestros de la ley y de los fariseos.
Cuando Jesús llama a obedecer a los maestros de la ley y a los fariseos, y que se haga lo que dicen, pero no imitar su ejemplo o que no se dejen llamar guías porque uno solo es el guía, quiere destacar la incoherencia de estos al actuar para que los vea la gente, y lo que es peor los aires de grandeza y superioridad manifestados en signos externos, en reconocimientos y en títulos.
Esta situación y actitudes se presentan más de lo debido en los creyentes, las comunidades cristianas y hasta en los religiosos. Estos signos son un mal ejemplo sobre todo en los responsables de hacer crecer el reino de Dios que aceptan con exceso de complacencia los títulos de honor.
Un cristiano no puede imitar el ejemplo de los maestros de la ley y de los fariseos, para no caer en la trampa de los escalafones. Esta trampa se pone de manifiesto con mayor descaro, cuando cualquier autoridad en la iglesia busca el propio interés o cuando una comunidad se fundamenta en títulos. Por igual cuando la jerarquía está más pendiente del territorio a gobernar que de los fieles a pastorear.
¿Clase dominante o clase dominada?
Bosch retornó del exilio con armonizadora prédica político-social, procurando votos mediante “Borrón y cuenta nueva” y diciendo a “hijos de Machepa” que eran explotados por “tutumpotes”.
Bosch retornó del exilio con armonizadora prédica político-social, procurando votos mediante “Borrón y cuenta nueva” y diciendo a “hijos de Machepa” que eran explotados por “tutumpotes”. Denunciaba el atraso causado por nuestra arritmia histórica. Promovía, con Betancourt, Figueres y Muñoz Marín, la democracia representativa, que luego llamó irónicamente “la mentada representativa”, al declararse “marxista no leninista”. Empero, creó al “partido de cuadros” PLD, orgánicamente leninista, “para completar la obra de Duarte”. Anteriormente escribió la “Dictadura con Respaldo Popular”.
Bosch proclamó: la clase dominante era clase en sí, no clase para sí. Por el atraso nacional, no evolucionó para transformarse en clase gobernante. Profeta con autoproclamada metodología marxista, Bosch escribió en La Habana, en 1981 “¿Cuándo pasa una clase a ser gobernante?” El PLD, avasallante, sustituyó ilegítimamente la inexistente Clase Gobernante mediante su Comité Político, remedo caribeño, enmascarado, del Presidium o Politburó soviético. Bosch lo conceptualizó hace 37 años, escribiendo sobre la Clase Gobernante: “le basta con que el Estado le sirva a ella y sólo a ella…” “..retiene el control del Estado porque ha conseguido poner a su servicio los instrumentos políticos que manejan el aparato del Estado, entre los cuales están, en primer lugar, las fuerzas llamadas del orden público (ejército, policía, servicio secreto), en segundo lugar los partidos políticos y en tercer lugar todas las instituciones sociales que aparentemente no tienen nada que ver con política, como son los grupos religiosos, los medios de comunicación de masas, los establecimientos de enseñanza y los económicos.




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